Claves para descubrir qué alquímica
repuesta nos está proponiendo cada relación.
Cada Signo, según su elemento, tiene ciertas características que se conectan mejor (o peor) con otros.
Podemos dividir a los Signos en los cuatro elementos que conforman el
mundo material, representando cuatro formas en las que la energía se
manifiesta, cuatro expresiones del todo, desde su forma más densa y
pesada hasta la más inmaterial. Hay otras formas de energía, puesto que
en el universo todo es energía, pero estas cuatro bastan para describir
todo el amplio espectro de las manifestaciones físicas y psíquicas de
los organismos. En Astrología, ellas se llaman triplicidades y son: el Fuego, la Tierra, el Agua y el Aire.
Las características de cada uno
Los Signos de Fuego: Aries-Leo-Sagitario
Son líderes natos, vitales, activos, apasionados, impulsivos, confían
en sí mismos, se hacen notar. Son, además, impetuosos, orgullosos,
sinceros, optimistas y dominantes. En su aspecto negativo, pueden caer
en el orgullo, la impaciencia, la vehemencia y -en ciertos casos-
resultar algo violentos, destructivos o inclinados a los excesos.
Los Signos de Tierra: Tauro-Virgo-Capricornio
Son constantes, prácticos, realistas y conservadores, cuidadosos en sus
acciones, trabajadores, tienden a proteger y conservar lo que
consiguen con esfuerzo y esmero. Muy responsables, meditan
cuidadosamente sus decisiones antes de llevarlas a cabo. Pueden tender
al exceso de materialismo.
Los Signos de Aire: Géminis-Libra-Acuario
Son comunicadores, gustan de razonar, debatir, planificar, proyectar,
independientemente de concretar o no sus objetivos, que muchas veces es
lo que les cuesta. Analítico, el Aire enfría los sentimientos y tienen
dificultad para demostrarlos. Valoran la compatibilidad intelectual y
aman la libertad.
Los Signos de Agua: Cáncer-Escorpio-Piscis
Son sensibles, emocionales, intuitivos, tienen inclinación a ser
imaginativos y soñadores. Necesitan contención, les gusta proteger y ser
protegidos pero no están cómodos con las personas excesivamente
dominantes. Muy sensibles a ser influenciados, tienden a retraerse y a
ocultar sus sentimientos, muchas veces por temor o timidez.
¿Cómo se relacionan entre sí?
De acuerdo al elemento al que pertenecen cada uno de los Signos observemos cómo interactúan entre ellos.
Fuego- Agua.
No es una relación fácil, necesitan trabajar para entenderse. El
ímpetu del Fuego, tiende a dañar los sentimientos del Agua, y a no
entender su excesiva sensibilidad. El Agua apaga al Fuego y aunque el
calor del vapor puede ser curativo y relajante, puede también quemar
asfixiar y llegar hasta la ebullición.
Fuego- Aire. El
Fuego le causa al Aire un efecto de inspiración y vitalidad que le
encanta y lo hace siempre estar en constante actividad. Sin embargo, el
Aire necesita mucha libertad y no le gusta la posible dominación de
Fuego. Así como el Fuego necesita del Aire para vivir, en esta relación
arderá la llama de la pasión y del amor dejándoles muchas cosas buenas
a los dos.
Fuego-Tierra. El Fuego calienta a
la Tierra con llamas de pasión e intensidad, mientras que la Tierra
ofrece al Fuego la disciplina necesaria que se traducirá en
estabilidad. La Tierra, sin dudas, puede contener el fuego, pero cuando
ruge el fuego, temporalmente puede robar a la tierra de sus
vivificantes nutrientes. Habrá una atracción relativamente rápida pero
serias diferencias pueden aparecer más tarde.
Tierra–Agua.
La Tierra y el Agua son compatibles tal como sucede en la naturaleza.
Los rasgos estables y confiables de la Tierra complementan los rasgos
sensibles, intuitivos y emocionales de los signos de agua.
Tierra-Aire. En
función de su variabilidad, el aire puede proporcionar a la Tierra
amor, calor… O darle un frío glacial. A veces puede ser una lucha
denodada de la Tierra para que entre el Aire a ver el mundo tal como es
-una hermosa realidad- más que un concepto a analizar.
Aire-Agua.
No es una combinación favorable. El Aire y el Agua se combinan mal en
la naturaleza al formar destructivos desastres naturales como
tornados, huracanes y tsunamis. Estos dos signos pueden estar juntos
siempre y cuando sean capaces de no dejar que los conflictos se salgan
de control.
Compartir el mismo elemento denota complementación entre
dos personas. Y puede ser muy estimulante para ambos: la relación
entre los mismos elementos hace que entre ellos se ayuden y vean el
mundo de una manera semejante. Las mismas fortalezas y debilidades
básicas están a menudo presentes en las relaciones en las que el Sol
está presente en el mismo elemento y eso denota una cierta dinámica de
monotonía.
Fuego-Fuego. Relación intensa y
apasionada. Ambas personas se estimulan para desarrollar su
individualidad, se dan empuje mutuamente, comparten actividades que les
ayudan a expandirse.
Aire- Aire. Libertad
absoluta, jamás caerán en el aburrimiento. Dos Signos de Aire pueden
ser poco prácticos, aunque se encuentren entre sí intelectualmente
estimulante. La relación se basa en la comunicación y en la confianza.
Tierra-Tierra. Una relación honesta, armónica y leal, tienden a apreciar su mutua necesidad de estabilidad y rutina.
Agua-Agua.
Con otro signo de agua tienden a ser muy sensibles a las necesidades
de cada uno, pero les resulta difícil cuando hay algo que trastorna sus
emociones porque tienden a unirse tanto que a veces pierden sus
propias identidades.
Si los Signos de la pareja son iguales,
aunque tienen muchas cosas en común, muchas veces, con el tiempo, la
falta de diferencias podría significar poco estímulo y desmotivación.
Si los Signos de las parejas son opuestos,
la atracción inicial es fuerte, las diferencias generan pasión y, con
el tiempo, desgaste. Sin embargo, habrá que respetarlas haciendo crecer
afinidades para lograr la armonía.
Para sintetizar,
tomaremos como eje el signo solar (el que usualmente conocemos): esta
cualidad funciona tal como un “director de orquesta” de la Carta Natal o
partitura musical de vida. Existen cuatro elementos zodiacales o cuatro
diferentes temperamentos. Descubrilos.
Los de FUEGO
Aries, Leo y Sagitario. Tienen afinidad entre ellos. Tal
como lo es el fuego, estas personalidades serán chispeantes,
llamativas, “calientes” y “combustas” o cambiantes. Entre ellos existe
una natural afinidad de fuego, se entienden con fluidez pues comparten
ritmos similares. Son expresivos, espontáneos y explícitos, necesitan
calmar sus deseos de manera inmediata, accionan en la vida de modo
franco y directo. Se cansan y se aburren fácilmente, sobre todo, cuando
las situaciones llevan demasiado tiempo, requieren desarrollar mucha
paciencia o hay que superar demasiadas intrigas.
Tienen fluidez con los de aire: Géminis, Libra y Acuario.
Las personalidades de fuego se mueven con facilidad con los de aire
pues comparten estilos rápidos y tiempos vertiginosos, aunque a veces
pueden exasperarlos las excesivas preguntas o dudas de los “aéreos” ya
que los de fuego difícilmente se detienen a pensar tantas variantes. Si
bien tantas dudas aéreas los demoran, seguro se beneficiarán con sus
inteligentes aportes.
Tienen confusión con los de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis.
La velocidad de los de fuego se siente “empantanada” ante la oceánica
sensibilidad de estos signos. El valor y la frontalidad de los fogosos
resultan incompatibles frente a los temores, desconfianzas y excesivos
cuidados del agua. Si logran tolerar esta hipersensibilidad,
incorporaran una mirada más compasiva, convirtiéndose juntos en
apasionados accionadores solidarios. Corazón e intuición, incitación y
coraje es una excelente alquimia para vivir motivado ante cada situación
que se presente.
Tienen tensión con los de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
La primera sensación será de freno y lentitud por su excesivo realismo y
permanentes cuestionamientos a su intrépido andar. Aunque frustran y
demoran la acción de los inquietos e impacientes fogosos, también los
conectan con el registro a tiempo de peligros o situaciones conflictivas
que nunca hubieran advertido por sí mismos. Para tolerar incluirlos
amorosamente en su vida, el fuego deberá desarrollar lo que más le
cuesta “paciencia y austeridad” a fin de registrar la realidad objetiva
necesaria para convertirse en personas más eficientes. Juntos
construyen proyectos creativos y redituables.
Los de TIERRA
Tauro, Virgo, y Capricornio. Tienen afinidad entre ellos. Tal
como la tierra, estas personalidades serán constantes, quietas,
sólidas, seguras y estables. Entre ellos existe una natural afinidad,
son excelentes observadores, incorporan las experiencias de vida de a
poco, asimilan cada situación y cada vínculo lentamente, serán cautos
para añadir algo o alguien diferente en su entorno así como tampoco
serán de abandonar o darse por vencidos precipitadamente. Comparten la
necesidad de comprometerse y son coherentes entre lo que hacen y dicen,
tienen cadencias serenas y perciben la vida de maneras muy similares:
comparten la valoración de la percepción corporal.
Tienen fluidez con los de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis. Se
vinculan con facilidad con la receptiva sensibilidad de la gente de
agua. Comparten ritmos pausados pues ambos elementos necesitan tiempo
para abrirse a los otros y confiar. Sin embargo, los de tierra pueden
chocar contra la excesiva emocionalidad acuática ante temores infundados
o afirmaciones demasiado cargadas de subjetividad personal. Si logran
tolerar postergar sus urgentes necesidades de logros visibles y
eficientes, en vínculo con los de agua adquirirán mayor riqueza
emocional y compromiso humano. Esto los terminará conduciendo a lo que
tanto valoran: “mejores ganancias” en todos los aspectos de su vida.
Tienen Confusión con los de aire: Géminis, Libra y Acuario. Aunque
comparten una mirada objetiva y realista de la vida, es posible que
padezcan el eterno e incesante movimiento de los de aire que los vivirán
como excesivamente ágiles, livianos y poco estables. Los de tierra
verán poco comprometidos a los de aire cunado ejercen su libertad e
independencia. Los tildaran de mentirosos e influenciables ante la
facilidad para el cambio de ideas u opiniones. Si toleran tantos cambios
e imprevistos, al lado del aire las personalidades de tierra adquieren
cintura, capacidad de negociación, desapego y apertura mental.
Tienen tensión con los de fuego: con Aries, Leo y Sagitario. Les
inquieta el acelere de los de fuego y les irritan sus melodramáticas
personalidades. Sensatos y cautos, los tierra deben aprender a tolerar
del fuego características diametralmente opuestas a su naturaleza
austera y precavida. Si soportan este cambiante dinamismo, los de fuego
encenderán sus cautelosas vidas con situaciones creativas y llenas de
alegrías. El gran aprendizaje de incluirlos en su predecibilidad, los
llenará de originalidad para ir concretando sueños -que antes de
encontrarse con el fuego- parecían imposibles utopías o delirantes
fantasías.
Los de AIRE
Géminis, Libra y Acuario. Tienen afinidad entre ellos. Tal
como el aire, serán personalidades etéreas, livianas e inasibles. Entre
ellos existe una natural afinidad y se entienden con fluidez pues
comparten la necesidad de vincularse y de conocer personas diferentes.
Son naturalmente inquietos, abiertos y buscadores, difícilmente se
queden con la primera respuesta que consigan. Les molesta la rutina,
tienden a cuestionar las imposiciones sociales o los mandatos
familiares. Les cuesta seguir reglas o permanecer en lugares o
situaciones por demasiado tiempo.
Tienen fluidez con los de fuego: con Aries, Leo y Sagitario.
Comparten la valoración de lo activo y veloz. “El aire aviva al
fuego”, juntos se agilizan y retroalimentan, redundando en mayor
creatividad y alegría. De estilos de vida afines, los de aire deberán
aprender a tolerar los exagerados fanatismos o insólitos desbordes
egóicos del fuego. Disimular exabruptos personales o subjetivos enojos
fogosos que para la objetiva mirada de aire resultan innecesarios,
ridículos e infantiles. La gente de aire logra superar la tendencia al
aburrimiento fácil, pues con el fuego ganan en divertimento y alegría.
Las personalidades aéreas se descubren en un mayor compromiso genuino y
de corazón, el vínculo con los de fuego se les hace liviano y tolerable,
ya no necesitarán escabullirse y escapar del contacto.
Tienen tensión con los de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis. El
aire y el agua son elementos diametralmente antagónicos, el aire
rápido, objetivo y racional en contraposición con el agua sensible,
intuitiva y subjetiva. Para el aire las emociones acuáticas son
inentendibles y excesivamente demandantes. El aire tendrá que hacer
grandes esfuerzos para sumergirse en el mundo de lo indescifrable y
desde allí adquirir maestría en decodificar gestos, miradas y
expresiones. El aire necesita que le expliciten y que le hablen,
mientras que el agua necesita ser intuido sin necesidad de palabras. Si
el aire mantiene su claridad y objetividad se convertirá en un hábil
comunicador y adquiere maestría en la correcta utilización de palabras
para describir y entender cada sutil sentimiento.
Tienen confusión con los de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio. Aunque
muy diferentes en tiempos pues el aire es híper rápido y la tierra
lenta y pausada, comparten un criterio objetivo y realista de la vida.
El aire se encontrará con la dificultad de realizar actividades sin
planificar ya que la tierra lo tildará de arriesgado e insólito, viendo
frustradas sus ideas creativas o futuristas ante los precavidos
comentarios de la tierra. Si aquietan sus aceleradas mentes irán
logrando junto a la tierra, madurar en sus ideas y sostener y
comprometerse en sus vínculos.
Los de AGUA
Cáncer, Escorpio y Piscis. Tienen afinidad entre ellos. Tal
como el agua, serán permeables, volubles, cambiantes tanto de estado
como de temperatura. Entre ellos se entienden con fluidez, tiene ritmos y
tiempos similares: comparten la sensibilidad, la empatía y la natural
intuición. Solidarios y sentimentales, rechazan los tiempos acelerados y
frenéticos e intentan preservarse en ámbitos familiares, artísticos o
de autoconocimiento. En su natural tendencia al cambio de estado y
temperaturas saben intuirse y tolerarse en sus ciclotimias emocionales
sin juzgarse.
Tienen fluidez con los de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
El agua y la tierra tienen estilos similares y afinidad. Comparten una
mirada receptiva y pausada sobre los acontecimientos, se mueven de forma
intuitiva y prefieren manejarse en terrenos conocidos antes que
arriesgar o exponerse excesivamente. La mayor dificultad para el agua
será una tendencia de la tierra a querer sacar beneficio personal o
económico en cada situación. A su lado aprenderán a ser más realistas,
objetivos y eficientes. Se ejercitarán en la generación de recursos y en
la consolidación profesional, contando así con más herramientas para
ayudar a los que más quieren.
Tienen confusión con los de fuego: con Aries, Leo y Sagitario.
Aunque comparten un estilo pasional e histriónico, a los de agua suele
irritarles la mirada autocentrada de los melodramáticos fogosos. Si
superan sentirse heridos por el egóico estilo del fuego, a su lado ganan
en carisma y vitalidad, asegurándose no caer en su acuática tendencia a
la melancolía o la depresión. De exagerada y desbordante vitalidad, los
de fuego son el mejor antídoto contra los sinsabores o las faltas de
estímulo que la gente de agua suele tener que enfrentar en sus vidas.
Tienen tensión con los de aire: Géminis, Libra y Acuario. Opuestos
y antagónicos, el agua siente la objetiva y racional mirada del aire
como fría, distante y calculadora y vive como abandono las necesidades
aéreas de espacio y discriminación. Este encuentro puede resultar
difícil para ambos si no se dejan modificar por la opuesta mirada del
otro. El agua debe superar su exagerada subjetividad y su vulnerable
emocionalidad para incorporar las sugerencias del aire como acertadas
observaciones que aportan objetividad. Con el aire adquieren
herramientas racionales para analizarse y entenderse mejor. Maduran
hacia una sensibilidad mas conectada con lo real y adquieren mayor
capacidad de contener pues logran poner palabras a lo que sucede.
Sensibilidad y entendimiento en máxima sintonía.
¿CÓMO AMAR A CADA SIGNO?
Las claves de la pareja perfecta
Cada uno tiene sus particularidades; algunas cosas buenas y
otras no tanto. ¿Qué debemos tener en cuenta para conocer en detalle a nuestra
media naranja y enamorarlo?
Amar es aceptar al otro diferente, sin que esa diferencia sea vivida
como amenaza, así cada signo puede desarrollar mejor su potencialidad.
Para enriquecernos con lo nuevo que el otro tiene para darnos, es
necesario ser receptivos sin juzgarlo ni asustarnos. Animémonos al
coraje de amar al otro diferente sin querer adaptarlo a nuestros deseos o
someterlo a nuestros temores.
ARIES: Si en verdad amás a Aries deberás aprender a amar a un activo guerrero.
Aries
es extremadamente deseante. Para no sentir que su presencia te
avasalla, será bueno que lo ayudes a desarrollar la valentía de no
tenerse miedo a sí mismo. Aries necesita sumergirse en el propio deseo
sin sentirse juzgado de temerario o impaciente. Aries tiene una
aspiración muy intensa y necesita expresarla, si no lo hace, vivirá
fantaseándola y anhelándola. Imaginalo como un ser sediento en el
desierto, sólo piensa en el agua, así Aries sólo pensara en su deseo
frustrado. Si amás a Aries, nada mejor que dejarlo que explore y active
sus ambiciones, que logre vivir aquellas experiencias que tanto anhela
para consumarlas y superarlas o para dejarlo que se frustre y que él
solo se obligue a re-orientar sus propósitos. Deberás ser hábil para no
convertirte en su freno o en su juez. Es mejor que la vida misma sea su
maestra, no pretendas domesticar, encarcelar o enseñar a Aries.
TAURO: Si en verdad amás a Tauro deberás amar a un degustador de la vida.
No
lo apures ni lo atosigues con tus temas. Dale tiempo para que incorpore
sus necesidades y para que registre cada momento. Tauro necesita
detenerse y observar cada detalle sin ruidos ni apuros, precisa centrar
su corazón en un ritmo pausado logrando percibir la bondad de cada
momento, de cada hecho. Tauro incorpora la vida, aprecia la existencia
como incondicionalmente bella. Le hace falta, simplemente, estar allí en
espacios de no agresión. Solicita respetar sus ritmos para conectar en
profundidad con el valor de sus vivencias más simples, aquellas que
solemos ignorar por considerarlas triviales: una ducha aliviante, un
cuerpo perfumado, un rico sabor, un vaso con algo refrescante, un aroma o
una música revitalizante; con estos sencillos momentos logra re
ciclarse. En lo simple, Tauro obtiene energía, adquiere una misteriosa
forma de conexión vital, se vincula con la bondad fundamental y se
re-genera en fracciones de segundos.
GEMINIS: Si en verdad amás a Géminis deberás amar a un inquieto vinculante.
Géminis
te invita a vivir en libertad, es tiempo de volver a empezar, de
animarte a ser cuestionado en todo lo que creías ser y dejarte ser
re-inventado. Géminis te incita a redescubrir tu mundo, a ver más allá
de mirar, a escuchar más allá de oír, a sentir más allá de tocar.
Necesita jugar, experimentar y siempre variar, sin sentirse juzgado como
inmaduro o inestable. En este movimiento eterno, será difícil
encasillarlo poniendo a prueba tus intentos de control y de
domesticación. Amar a Géminis es dejarlo mutar en sus estados de ánimo
sin sentirlos como amenaza o agresión hacia tu persona. Nada es
personal, está en su propio viaje de mutación de identidad entre un
gemelo sensible y el otro racional, siempre cuestionándose y
reorientándose. Si pretendés encerrarlo o encasillarlo, será el peor
infierno para Géminis y para aquel que esté a su lado.
CÁNCER: Si en verdad amás a Cáncer deberás amar a un protector de lo seguro.
Cáncer
te invita a ir hacia la profundidad de tu ser. Cáncer estimula al
compromiso. Te influencia rápidamente a definir que te proponés con la
relación. Necesita seguridad emocional, por tanto, precisa conocerte en
profundidad empujándote a estar al tanto de tus emociones más
recónditas. Si amás a Cáncer deberás ir hacia tu ser más esencial, a tu
alma, a tu origen; inclusive a riesgo de conectar con tus olvidadas
heridas y tus viejos dolores. Te liga con tu fragilidad para curarla,
ayudando a construir un amor sin lesiones ni rencores. Vale la pena este
viaje hacia lo desconocido de uno mismo pues en Cáncer has encontrado
un ser donde resguardarte de los fríos vientos del mundo, donde
desarrollar una ternura inusitada que puede re ciclar hasta al corazón
mas endurecido.
LEO: Si en verdad amás a Leo deberás amar a un expresivo irradiante.
Leo
te invita a la valentía de vivir en contacto con el amor como cualidad y
no como exclusivo de un vínculo. Leo necesita ser fuente de ternura
disponible para los demás. Has encontrado a un ser que precisa
expresarse desde lo más genuino para reconocerse. Se retroalimenta del
amor y la aceptación de su entorno. Leo no teme a su sensibilidad, no se
avergüenza de mostrar su corazón, convierte la vulnerabilidad en pasión
y la sensibilidad en apertura hacia los otros. Si querés ser la fuente
exclusiva de sus intereses, Leo se marchita y se convierte en un tirano;
si, en cambio, lo animás a explorar su capacidad de resonar con otras
almas, Leo florece y llena de alegría su entorno. Dejalo volar sin miedo
a la traición ya que podés confiar en sus acciones y en sus palabras,
has encontrado en Leo a un ser a quien le resulta cómodo habitar la
bondad y la decencia.
VIRGO: Si en verdad amás a Virgo deberás amar a un observador laberíntico.
Acompañar
a Virgo no será tarea fácil, estás ante un alto desafío. Virgo te
invita a poner de lado todo anhelo egoico desproporcionado y tener
disposición a ocupar un lugar menos protagónico. Son propias de su
naturaleza las cualidades de servicio, entrega y humildad, cosas que
quizás puedan irritarte y las malinterpretes como sumisión, debilidad de
carácter o servilismo. También puede sublevarte su lado crítico,
meticuloso y obsesivo: Virgo anhela un orden interno que nunca consigue
e, instalado en la eterna insatisfacción, suele observarte desde en una
crítica mirada perfeccionista y laberíntica. Lo logrado nunca alcanza,
nunca es suficiente. Esta enmarañada actitud puede alejarte de Virgo. Si
lo amás, debés trabajar la aceptación de su intrincada personalidad
para disfrutar de sus exquisitos talentos: la serena observación, el
receptivo estilo para captar dónde es necesario ayudar, el expectante y
reflexivo carácter que descubre la lógica de funcionamiento de las cosas
desde un lugar diferente y original. Desde esta receptiva mirada aporta
siempre su contemplación inteligente. Descubrirás la genialidad de sus
pensamientos y sugerencias. Su solidario corazón te ayuda a superar
actitudes dañinas y miserables.
LIBRA: Si en verdad amás a Libra deberás amar a un ser que siempre desea de a dos.
Junto
a Libra deberás entender cómo es vivir en un eterno doble vínculo entre
las necesidades propias y las ajenas. Libra se balancea entre lo que
piensa y lo que siente, entre lo que racionalmente corresponde y lo que
capta intuitivamente. Necesita integrar siempre intelecto y sensibilidad
como dos polos de sí mismo que se liberan y se potencian. Si amás a
Libra, deberás transformar tu modo individualista de vivir en el mundo
para abrirte a los otros y a sus necesidades. Aprender a sincronizar en
igual medida la objetividad de tu mente junto a un corazón inclusivo.
Claridad y amor en su máxima expresión con conciencia y compromiso en
cada momento. Libra invita a moverse de a dos, a encontrar la rítmica
unión de mente y alma. Aunque puede parecer excesiva la exigencia,
vivirás la maravillosa calma de este encuentro exquisitamente
complementario donde puede descansar tu alma fatigada. Agotado de
oscilar buscando amor de un lado al otro, si amás a Libra sentirás una
aceptación integral, como un encuentro de almas que se reconocen en su
larga marcha.
ESCORPIO: Si en verdad amás a Escorpio deberás amar a un detective emocional.
A
Escorpio se lo va develando de a poco. El descubrimiento de su potente y
compleja profundidad te mantendrá atrapado e intrigado en sus
misterios psicológicos. Profundo, sólido y oculto como las raíces que
esconden toda la fuerza vital de lo que crece. Junto a Escorpio debés
acceder a lo invisible, a lo que está bajo tierra en su compleja
personalidad. Escorpio no le teme a los desgarros de la vida, más bien
le intrigan, encuentra las dos caras en cada situación, ante cada crisis
o cada final se pregunta: ¿será muerte o será renacer? Escorpio no
puede olvidar, tiene una mente tan potente donde no existe el pasado,
todas las cosas son ahora. Sabe observar los hechos en su totalidad con
plena conciencia y contacto ante los momentos más oscuros, que lejos de
asustarlo lo excitan a convertirse en buscador de nuevas respuestas
trascendente. Te has enamorado de un detective de la vida.
SAGITARIO: Si en verdad amás a Sagitario deberás amar a un buscador de la verdad.
Junto
a Sagitario deberás lidiar con un mundo de oscuridad pues suele
proyectar los males en quienes lo rodean por pretender ser pura luz.
Quizás lo veas muy avocado en sostener con fuerza a su familia y a su
profesión, ocupado en el mundo de lo concreto distrae su verdadero
anhelo por lo místico. Confundiendo su pasión por lo espiritual en
logros mundanos, deambula insatisfecho entre conquistas sociales siempre
anhelando mayores logros. Cuando su mente valiente logre entregarse a
su alma, se liberará de su anhelo de poder social y de su avidez
económica para aventurarse a la grandiosa esfera de lo espiritual. Cada
vez que se golpee con los duros enfrentamientos al que su espíritu
caballeroso lo enfrentará en la vida cotidiana, deberás aprender a
correrte de ser el blanco de sus enojos. Maldecirá en forma reiterada la
avaricia y la codicia del hombre y, finalmente, si sigues a su lado, lo
verás cansado de su necesidad de reconocimiento social para comenzar
finalmente el maravilloso viaje de aventurarse a mirar hacia arriba para
ver a Dios cara a cara.
CAPRICORNIO: Si en verdad amás a Capricornio deberás amar a un constructor de la excelencia.
Junto
a Capricornio desarrollarás compasión y tolerancia ante su intento de
imponer el poder de su verdad, pareciendo exigente, dogmático y duro.
Vive en contacto con lo que percibe es el modo correcto “de hacer las
cosas”, casi como lector de la justicia divina. Capricornio vive
anhelando que el mundo esté en paz, ordenar cada situación y poner a
cada persona en el lugar que le corresponde. Puede generar, con esta
actitud, muchos rechazos por vivirlo como excesivamente moralista o
autoritario. Si lográs estar a su lado sin sentirte continuamente
sentenciado o juzgado atravesarás su muro defensivo para conocer su
esencia a donde fluye sin problemas ante cada situación por más difícil
que esta sea. Capricornio desarmado de su estilo sentenciante y
autoritario es puro corazón, su ego se hace transparente y reluce con
energía compasiva y amor resplandeciente para ponerse al servicio de tus
necesidades. Comprometido y sincero has encontrado a un excelente socio
de la vida.
ACUARIO: Si en verdad amás a Acuario deberás amar a un buscador de lo diferente.
A
su lado vivirás un amor desapegado donde no hay extraños en el mundo,
sólo amigos que aún falta abrazar. Su esencia es inquieta y vinculante,
no puedes encasillarlo a una rutina o a un único interés. Amigos y
actividades insólitas y variadas serán necesarios para que Acuario pueda
sentirse bien. Su mente va y viene entre el presente y el futuro, cada
tanto desconecta, se va un ratito y después vuelve, no lo tomes como un
desinterés, aceptalo como es. Siempre interconectando con otros tiempos,
con otros espacios, en misteriosa unión con el futuro, en extraños
silencios donde fecunda originales mañanas. Ellos respiran la luz del
futuro por lo que la conexión con el presente puede resultarles incómoda
aunque intenten aceptarlo en rudimentario estado. Puede que se adapte a
la formalidad y al compromiso que le pedís, pero siempre resolverá de
maneras diferentes a lo pautado; si superás la tendencia a juzgarlo como
rebelde o poco comprometido, sus propuestas resultarán siempre más
creativas y liberadoras.
PISCIS: Si en verdad amás a Piscis deberás amar a un soñador resonante.
Muchas
veces el pisciano puede mostrarse muy reactivo o agresivo a modo de
defensa ante su híper sensibilidad. Junto a Piscis verás que tu razón se
tambalea sin fundamentos frente a los hermosos sueños que este signo te
invita a vivir. Perdido en actividades insustanciales e ilusiones
enmarañadas, de pronto verás a tu ser comenzando a buscar lo divino por
sospechar que tu vida no se ha realmente vivido. En estas mágicas
búsquedas puede nacer lo inesperado y encontrar nuevas esperanzas.
Piscis te invita a superar la supremacía de la mente racional para
abrirte a los abismos de la sensibilidad y de la intuición. Si te animás
a soltar la lógica intelectual, reconocerás el cansancio de vivir
identificado con tu ego y florecerá el amor en cada esquina de tu alma.
Cansado de tus propias vanidades percibirás que para descubrir la magia
del mundo hay que vencer la neurosis individual. Sospecharás que el
alma tiene sus propias intenciones con lo que creemos que es nuestra
vida. Con Piscis resignificarás lo que antes nombrabas “fracaso”, pues
muchas veces una ganancia para el alma significa una pérdida para el yo.
Te animarás a decir no a la rudeza y al descuido, a superar la timidez y
la vergüenza de mostrar tu amorosa sensibilidad. Lograrás sentir la
bondad en los huesos, en la cabeza y en el corazón para reanimar la
conexión con los demás de manera más auténtica y cariñosa.
¿CÓMO AMAMOS SEGÚN NUESTRA CONFIGURACIÓN?
Sol, la Luna, Marte y Venus configuran nuestro carácter y
nuestra personalidad emocional. Cada Signo zodiacal muestra una forma de
comportamiento, un patrón de conducta. La posición del Sol en el instante de
nacer (nuestro Signo) nos permite saber cuál será esa forma en cada grupo de individuos y,
aunque no hay dos personas iguales, los modelos de conducta celestes dejan una
huella profunda en el comportamiento humano y la manera en que se vincula con
los demás.
La relación sexual propiamente dicha está expresada en la
Carta Natal por los planetas Venus y Marte. Marte es el planeta que representa
al hombre en pleno uso de sus capacidades sexuales y al acto sexual en sí. Su
complemento, Venus, es el planeta femenino, el planeta del amor y del placer,
que no representa un amor puro y sacrificado, sino al contrario. A Venus le
gusta divertirse cantar, bailar, hacer el amor y beber licores.
Desde la más remota antigüedad hubo Signos a los que se les
adjudicaba un mayor apetito sexual. Éstos eran los Signos de regencia de Marte:
Aries y Escorpio y Capricornio donde Marte está exaltado; también se incluye a
Leo, donde Marte se ve reforzado y a veces exagerado. Los Signos de Venus como
Tauro y Piscis (donde Venus está exaltada)
se inclinan a la búsqueda exagerada del placer; Libra (domicilio de Venus)
también se incluye en esta clasificación pero su componente de aire enfriará un
tanto a Venus a través de la mente y la imaginación.
Signo por Signo
ARIES. Aries es el Signo de la acción apasionada. Es
lanzado, temerario e impetuoso. Lo suyo es la conquista, sea varón o mujer
llevará la iniciativa. Los amores les duran poco, pero eso no les importa. Les
gustan las relaciones ardientes, atrevidas y el sexo tórrido. Con ellos
disfrutarás de sesiones múltiples de sexo intenso pero rápido. Es común que a
lo largo de su vida estos nativos vivan relaciones turbulentas o amores que les
traigan dificultades
TAURO. Su naturaleza es tan fuertemente sensual y sexual que
puede llevarlos a los excesos. Estos nativos no están a la búsqueda de la
variedad en el amor o de nuevas experiencias, son de sentimientos profundos
y fuertes. Sin embargo, pueden
inclinarse fácilmente a la posesión afectiva. Son especialmente sensibles a los
sentidos, les atraen las texturas suaves, los masajes con aceite perfumado y
todo aquello que sea apetitoso y huela bien. El sexo y la comida son para ellos
una gran fuente de placeres sensoriales.
GÉMINIS. Curiosos e imaginativos, necesitan una pareja con
variedad de ideas e iniciativas, o ¿porqué no? variedad en las parejas. Son
duales e infieles por naturaleza, les
gusta investigar, cambiar y experimentar en busca de un ideal teórico difícil
de alcanzar. El sexo para ellos empieza en la cabeza. Son desinhibidos e
imaginativos, les gusta probar de todo, son expertos en juguetes sexuales y
poses nuevas. Hablan cuando practican el sexo y hablan cuando dejan de
practicarlo.
CÁNCER. Son buenos amantes, sensuales, fantasiosos e
imaginativos. Se inclinan por la oralidad. Son tan emotivos que puede llegar a
los excesos. Sus sentimientos son profundos, pero cambiantes, aunque es capaz
de tenacidad y fidelidad en lo que a afectos concierne. Caprichosos, suelen
experimentar cambios importantes en sus relaciones. Tanto el hombre como la
mujer son protectores, hogareños y prefieren la intimidad del “nido”. Cuidado
con su proverbial mal humor y con los
reproches.
LEO. Como corresponde a una persona de Fuego, los Leo
quieren acción. Sus afectos y emociones son encendidos. A Leo le encanta el
juego previo, un espejo bien ubicado en el dormitorio donde se pueda reflejar
su ondulante melena nunca estará de más. Así como el Sol es el centro del
universo a Leo le gusta que el mundo gire a su alrededor, su naturaleza
generosa hará que su amante sienta también especial. Leo requiere de una
compañía que le siga el ritmo. En las relaciones es dominante y le gusta tener
todo bajo control.
VIRGO. Son poco sentimentales y afectuosos, algo rencorosos
y además son celosos a causa de su inseguridad. Son muy perfeccionistas, les
cuesta mucho encontrar a la persona ideal, siempre encuentran defectos en la
pareja. Para despertar el amor de Virgo se necesita mucha educación, buenos
modales, higiene y limpieza, nada de olores, ni de ruidos, ni de gestos ni de
vicios. A Virgo hay que darle seguridad económica, seguridad afectiva y
limpieza y aún así pueden no estar conformes, son críticos y perfeccionistas.
LIBRA. Libra tiene mucha necesidad de simpatía, amor y
entendimiento ya que suelen ser fácilmente alterables y cambiantes. Son
románticos y, generalmente, van de amor en amor, aunque pueden ser fieles si
llegan a encontrar la pareja adecuada. A Libra le encanta la seducción, el
juego previo y las charlas que desembocan en acción. Son amantes de lo poético
y toman iniciativas. No hay ningún Signo con tanta voluntad como Libra para
evitar hechos desagradables, prefieren ignorar todo tipo de fealdad y construir
un mundo de acuerdo a su propia imaginación.
ESCORPIO. Son románticos, receptivos, tiernos y magnéticos;
sus sentimientos son profundos pero egoístas. En el amor más que entregarse,
tratan de poseer. Son insaciables, nunca creen que los quieren lo suficiente,
siempre necesitan más.
Los Escorpio necesitan ser tocados con cierta asiduidad,
necesitan el tacto, que les rocen la piel o que los acaricien. En el amor, son
de pocas palabras, en esta área de la existencia es donde se muestran más
apasionados. Su nivel de deseo es superior a la media, pero su mítica potencia
sexual se desvanece en la convivencia, pues siempre tiene motivos para enojarse
por celos u otras cuestiones que no son más que excusas para recuperar su
apasionamiento. A menudo utilizan el sexo para seducir y controlar.
SAGITARIO. Sagitario es un Signo abierto, filosófico y con
un profundo idealismo y amor por la libertad. Como sucede con los otros Signos
de Fuego son ardientes y apasionados. Su
natural afán por aprender lo vuelve un amante muy curioso. Optimistas y
entusiastas, son seductores e inquietos. Siempre están en busca de aventuras,
pueden ser demasiado temerarios y faltos de tacto, pero su honestidad sin
reparos lo convierte al mismo tiempo que en amante, en un buen amigo y
compañero. Entiende la pareja con cierto grado de independencia en la que cada
uno pueda ser y hacer lo que desea. Necesitan ejercicio regular en la cama y
fuera de ella.
CAPRICORNIO. Los nativos de Capricornio nacen “jefes”, no se
contentan con manejar su vida y la de su pareja, quieren hacerlo con todos los
demás. Es un Signo ambicioso y decidido, dispuesto a hacer lo necesario para
lograr lo que quiere también en el amor. Muy reservados, manifiestan poco sus
sentimientos, les cuesta sentirse
queridos, son de difícil equilibro emocional y desconfiados. Pero detrás de un aparentemente frío
Capricornio se encuentra un ardiente fuego interior. Cuando entrega su amor, es
un amor total y trabaja duramente para conservarlo. Suelen padecer dolores de
rodilla y articulaciones, unos masajes con aceite tibio para descontracturar
esas zonas harán maravillas a la hora del amor.
ACUARIO. Son personas brillantes, divertidas, imprevisibles
y desapegadas. No son demasiado románticos ni emocionales, les fascina lo raro,
lo exótico, lo original y todo aquello que esté de moda. No tienen inhibiciones
ni tabúes a la hora del amor, pueden ser, por eso, algo exhibicionistas. Como
norma general, tampoco son celosos ni posesivos. Los cautiva la inteligencia y
las ideas de avanzada pero necesitan una pareja que los ayude a contactarse con
sus sentimientos más íntimos y les enseñe cómo dejar de lado el frío análisis
mental.
PISCIS. Son las personas más emotivas y sensuales del
zodiaco. Son románticos, receptivos, tiernos, magnéticos, misteriosos e
infieles. Las relaciones románticas tienen una influencia muy notable en la
vida de los Piscis cuyas emociones corren muy profundas. Poseen una naturaleza
sensible y espiritual, sus relaciones se caracterizan por la imaginación, la
sensibilidad y las emociones intensas. A la hora del amor se entregan por
completo. El juego sexual en el agua es su mayor fantasía.